La enfermedad de Parkinson está caracterizada por una pérdida de las células cerebrales que regulan la dopamina. Evidencia contundente indica el papel del estrés oxidativo y niveles dramáticamente bajos de glutatión como causas principales de este daño. Estudios han demostrado que protegiendo estas células del daño y muerte elevando los niveles de glutatión tiene éxito tanto en laboratorio como en pacientes y es un apoyo bienvenido por la comunidad médica en el tratamiento de esta enfermedad.
En esta publicación mostramos algunos casos de estudio de personas con Parkinson beneficiadas del uso de proteína aislada de suero de leche para elevar los niveles de glutatión.
El glutatión es parte del sistema de defensa del cuerpo y nos protege contra un gran número de enfermedades. También puede ayudar a revertir ciertas condiciones o síntomas, temporal y permanentemente. La siguiente historia ilustra la mejoría que se puede presentar al elevar sus niveles de glutatión en casos de Parkinson.
Wally, un fan del baseball de 74 años, fue diagnosticado con la enfermedad de Parkinson en Mayo de 1997. Su enfermedad progreso rápidamente y sus médicos lo pudieron en Sinemet (un medicamento utilizado en estos casos). En noviembre comenzó a experimentar dolores de cabeza severos, presumiblemente de la medicación, y dejo de tomarla. Hasta este punto había sido un hombre bastante activo, pero ahora se había deteriorado al punto en el que no podía dejar la cama o levantarse de una silla sin ayuda. El comparte que moverse era como caminar en cemento fresco. Estaba constantemente fatigado, y pronto requirió una silla de ruedas para salir.
Los médicos usaron otros medicamentos incluyendo Efedril y Requip. Ayudaron muy poco. En marzo de 1998 comenzó a tomar proteína aislada de suero de leche. Después de 5 días sus dolores de cabeza desaparecieron, y en 2 semanas su fatiga había disminuido. Dos meses después Wally estaba caminando de nuevo y pudo ir a un partido de baseball por cuenta propia. No hubo otra intervención terapéutica en 7 meses y su estilo de vida regreso a la normalidad.
Carol, una mujer de 62 años, era una abogada activa hasta 1990. Después de ser diagnosticada con Parkinson en 1986, pudo continuar con su carrera por un tiempo más, pero eventualmente tuvo que dejarla. El estrés agravo sus síntomas y los síntomas estaban aumentando sus niveles de estrés. Fue tratada con varios medicamentos pero su salud continuó deteriorándose hasta que eventualmente necesito ayuda en casa para poder realizar sus tareas cotidianas. Dejo de manejar su auto y dejo de tomar sus caminatas diarias. Comenzó a tomar proteína aislada de suero de leche y en 2 días noto un retorno en sus fuerzas. Semanas después estaba de nuevo tomando su caminata diaria y 9 meses después pudo regresar a manejar, continuó mejorando.