Glutatión y Lactancia

La lactancia y el amamantar generalmente son discutidas junto con el embarazo y el nacimiento. En este contexto, el glutatión es particularmente interesante. Se puede decir que juega el rol estelar en este proceso.

Es imposible sobreestimar los beneficios de la leche materna en la salud y el desarrollo de los recién nacidos, especialmente considerando los efectos a largo plazo sobre el sistema inmunológico. Comparados con los bebes alimentados de mamila, aquellos que son amamantados sufren de menos enfermedades infecciosas, especialmente enfermedades del oído y neumonía, menos problemas de alergias, y menos casos de cáncer infantil, incluyendo leucemia, linfoma, y tumores en huesos y cerebro.

Comparada con la leche de otros mamíferos, la leche humana tiene la proporción más baja de proteína. Pero la estructura de la proteína es también distinta. Los dos mayores constituyentes de proteína en la leche son el suero y la caseína. La tasa de suero a caseína es mucho más alta en la leche humana y proteínas aisladas de suero de leche contienen los recursos esenciales para la producción de glutatión en el cuerpo, incluyendo beta-lactoglobulina, alfa-lactoalbúmina, albumina de suero y lactoferrina. Estas proteínas son altas en aminoácidos que contienen sulfuros como la cisteína y la cistina. La estructura de estas proteínas así como su contenido es muy importante.

Debido a que la cisteína y la cistina están integradas a proteínas grandes pueden sobrevivir los rigores de la digestión y llegan intactas a las células del infante. Así pues, pueden ser utilizados para la producción de glutatión intracelular. Así pues, amamantar afecta profundamente las funciones inmunológicas del bebe al darle altos niveles de precursores de glutatión.

Es posible extraer estas proteínas intactas de la leche de la vaca. La extracción del suero debe ser realizado con mucho cuidado, porque estas proteínas son extremadamente frágiles. Su estructura fácilmente puede cambiar a una forma que es biológicamente inactiva. Así, si los procesos de extracción no son cuidadosamente diseñados la proteína no desnaturalizada puede perder su capacidad de elevar los niveles de glutatión.

Nuevas tecnologías han sido desarrolladas para extraer estas proteínas la leche sin desnaturalizarla. Se puede decir, que esta es leche materna para adultos y una forma natural de elevar los niveles de glutatión.

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