Un trauma es una especie de lesión. Accidentes en auto, lesiones en el trabajo y caídas son ejemplos comunes de traumas accidentales. Un disparo, o una cuchillada son traumas intencionales.
El glutatión, una protección antioxidante y potenciador del sistema inmune juega un rol importante en estas condiciones. Altos o bajos niveles de glutatión tienen un efecto significativo en la susceptibilidad, tolerancia y el grado de la herida, así como en el tiempo de recuperación.
Trauma físico
Hasta este siglo, las lesiones de este tipo fueron la mayor causa de muerte en los seres humanos. En la actualidad ha caído a un 3er o 4o lugar en varios países, debajo de la diabetes, el cáncer y problemas cardiovasculares.
Cualquier problema de salud hace bajar los niveles de glutatión. En un reciente artículo de la revista “Critical Care Medicine”, se mostró que los pacientes en cuidado intensivo sufren de una baja de aproximadamente el 40% de glutatión comparados con personas sanas. Se encontró que mientras más grave era la lesión mas alto el nivel de estrés oxidativo y baja de defensas de glutatión. Incluso un equipo irlandés sugirió que una baja en los niveles de glutatión podría indicar el daño de algún órgano.
En la escuela de medicina de Harvard se demostró con animales de laboratorio que con niveles más bajos de glutatión se es más propenso a la muerte y complicaciones como un shock hemorrágico. Estos resultados han demostrado que en cualquier trauma debe apoyarse el tratamiento del paciente con precursores de glutatión, esto bajara las posibilidades de fallo de algún órgano o un entrar en shock.
El rol del glutatión en la salud del cerebro y las células neuronales ha sido un tema de mucha investigación. Las lesiones en la cabeza comúnmente dañan la barrera entre cerebro y sangre, y problemas circulatorios pueden llevar a generar fluido en el cerebro. El glutatión contrarresta el daño ocasionado por los oxiradicales y en casos de lesiones de cabeza resulta sumamente importante apoyar a los pacientes con precursores de glutatión.
En la escuela de medicina de la Universidad de Virgina se evaluó a pacientes con traumas en el cerebro apoyando su tratamiento con precursores de glutatión, esto mostró ser efectivo en prevenir algunas de las consecuencias circulatorias oxidativas. En la Universidad de Ohio se tuvieron similares resultados en lesiones de la médula espinal. Elevar los niveles de glutatión en estas lesiones elevan las posibilidades de supervivencia de células neuronales en cerebro y médula espinal después de un trauma físico.
En la Universidad de California fueron capaces de decrementar las consecuencias patológicas de lesiones en el nervio ciático usando precursores de glutatión. Los pacientes que fueron tratados desde el inicio tuvieron mejores resultados.
La cirugía es un procedimiento intrusivo que rompe el equilibrio del cuerpo del paciente. Siempre lleva a una seria de ajustes fisiológicos, y aunque desde el punto de vista del cirujano esté todo controlado, desde el punto de vista del cuerpo es un trauma. Así como en un accidente, la recuperación de un paciente depende de sus defensas antioxidantes, su sistema inmune y su estado físico.
Una cirugía libera billones de radicales libres al organismo. Como el principal antioxidante del organismo, el glutatión es utilizado para reducir el daño. Mientras más grande sea la cirugía mayor será la pérdida de glutatión. Artículos en la revista “American Journal of Physiology” describe una caída de un 40% en los niveles de glutatión después de una cirugía de abdomen.
Nuevos procedimientos quirúrgicos como la laparoscopia, han demostrado ser menos agresivos con el cuerpo y estudios demuestran que bajan menos los niveles de glutatión después de una cirugía laparoscópica.
El glutatión no solo protege contra el estrés oxidativo, sino además dispara la respuesta inmunológica, controla y equilibra la respuesta inflamatoria y ayuda a sintetizar proteínas involucradas en el proceso de recuperación. Los cirujanos plásticos de la Universidad de Michigan mostraron que los niveles bajos de glutatión llevan a una recuperación más lenta y una pobre reparación de tejidos. Bioquímicos en el Instituto Max Planck en Alemania mostraron que mientras sanamos, las heridas en la piel elevan su producción de glutatión para poder pelear con la formación de radicales libres. Así como el proceso de sanación avanza los niveles de glutatión bajan. Farmacólogos del Instituto de investigaciones de fármacos en India demostraron una caída del 60 al 70% en los niveles de glutatión en la piel después de varios días de recuperación. En un artículo de la revista “Journal of Surgical Research” mostraron cómo utilizando precursores de glutatión se acorta el tiempo de recuperación y disminuye el daño a los tejidos.
Una importante consideración en cualquier cirugía es la interrupción del flujo sanguíneo a los tejidos. Cuando el flujo sanguíneo es reestablecido hay una corriente de radicales libres en la región afectada que puede afectar la supervivencia de los tejidos. Investigadores australianos demostraron que utilizando precursores de glutatión se decrementa el impacto de este procedimiento.