El glutatión y la insuficiencia renal (Parte 1)

Los riñones son responsables de la sangre de desperdicios, toxinas y exceso de fluidos en forma de orina. También mantienen un balance del agua y regulan varios niveles químicos y presión sanguínea. Si los riñones no pueden hacer su trabajo, las toxinas y desechos se acumulan en la sangre. Esto afecta a otro órganos, produciendo síntomas neurológicos y problemas circulatorios. Los problemas en los riñones acortan las expectativas de vida de las personas.

La insuficiencia renal puede ser disparada por un conjunto de condiciones. Por ejemplo, una hemorragia masiva, un ataque cardiaco, o una infección pueden restringir el flujo de sangre dañando a los riñones. Una de las principales causas de la insuficiencia renal es el endurecimiento de las arterias (ateroesclerosis), presión sanguínea alta y diabetes. Existen otras causas de fallas en los riñones como toxinas, la herencia, y enfermedades autoinmunes.
SI la medicación no funciona para ayudar al funcionamiento de los riñones un trasplante de riñón podría necesitarse. Una alternativa menos traumática pero muy intrusiva es la diálisis. El uso de aparatos artificiales para realizar las funciones de los riñones. Dos tipos de diálisis son usados hoy en día: Hemodiálisis y Diálisis peritoneal, estos tratamiento reducen en mucho las defensas antioxidantes del organismo.

El glutatión y la insuficiencia renal

Una causa de falla renal es la exposición a metales pesados como el mercurio y el cadmio. El cuerpo elimina estas toxinas principalmente a través del glutatión. Las células de los riñones están generalmente protegidas por altos niveles de glutatión.

La insuficiencia renal ocurre más comúnmente cuando el riñón sufre de un adecuado flujo de sangre (isquemia). Se ha demostrado en estudios en laboratorio que el daño sufrido por isquemia es reducido incrementando los niveles de glutatión.

Muchos medicamentos están asociados a la insuficiencia renal. Medicamentos como el ibuprofeno, acetaminofeno e inclusive la vitamina D exigen mucho a los riñones y pueden provocar una falla de los mismos. Muchos agentes anticancerígenos usados en quimioterapia producen el mismo efecto. La ciclosporina, un inmunosupresor utilizado después de algún trasplante o en enfermedades autoinmunes también daña los riñones. Estudios demuestran que altos niveles de glutatión en el organismo ayudan a reducir el daño de estos medicamentos.

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