Glutatión, Bronquitis, Enfisema Pulmonar y EPOC

La bronquitis es una inflamación u obstrucción de los bronquios, las vías respiratorias más grandes que eventualmente se dividen en bronquiolos (donde se produce el asma). Es similar al asma en algunas cosas, sus síntomas comunes son la falta de aire, flema que produce tos, opresión del pecho, y sibilancia (respiración con sonido de silbido). La bronquitis tiene dos formas: aguda y crónica. Difieren en algunos aspectos importantes.

La bronquitis aguda es casi siempre producida por una infección, sea viral o bacterial. Tos, dolor en el pecho, fiebre y escalofríos son síntomas comunes. En individuos sanos, es una enfermedad de corto periodo, que se elimina una vez la infección es vencida. Ocasionalmente alguna inflamación persiste, llevando a una tos posinflamatoria que puede persistir por algunas semanas. Inhalar esteroides es a veces prescrito para esta condición.

Como el enfisema (descrito abajo), la bronquitis crónica en una enfermedad que requiere atención medica frecuente. A pesar de que puede ser agravado por una enfermedad infecciosa, la bronquitis crónica es producida usualmente por una exposición por largos periodos a irritantes de los pulmones – toxinas, alergenos o casos repetidos de bronquitis aguda. La causa más común de bronquitis es el humo del cigarro.

Los pulmones expuestos al humo del tabaco están sujetos a varios procesos patológicos. Uno de los más críticos es la disfunción o perdida del revestimiento cilio de las vías respiratorias. El cilio es una estructura de cabellos microscópica de aire que atrapa y remueve polvo, moco y otros escombros. Una sola bocanada de humo de cigarro puede paralizar estos cabellos, incrementando las posibilidades heridas e infecciones pulmonares.

Así como la bronquitis crónica avanza, la habilidad del pulmón para intercambiar oxígeno y dióxido de carbono disminuye. En un intento por compensar por la pérdida de esta función pulmonar, las demandas de energía aumentan, los músculos del pecho trabajan mucho más y el corazón bombea más rápido. Esto puede llevar a enfermedades secundarias como hipertensión pulmonar, fallo cardiaco y enfisema pulmonar.

El enfisema pulmonar progresa lentamente con el tiempo y es usualmente el resultado de una enfermedad pulmonar anterior. Tos crónica y falta de aire son síntomas comunes. A pesar de que en algunos casos puede ser causada por factores hereditarios, exposición al ambiente, asma crónica o bronquitis crónica, el enfisema resulta más comúnmente por años de fumar constantemente. Es la causa más común de muerte por enfermedad pulmonar en occidente.

El enfisema comparte muchos síntomas con la bronquitis crónica. De hecho, ambas enfermedades se traslapan en algún grado. Son comúnmente catalogadas juntas bajo la etiqueta de EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica). Sin embargo difieren anatómicamente. El enfisema resulta de un daño irreversible a los alveolos (estructuras pequeñas como sacos donde se lleva a cabo el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono). Los alveolos se cuentan en millones, como burbujas en un baño de burbujas. El enfisema provoca que se vayan rompiendo una a una, se van haciendo menos sacos, cada vez más grandes. Como resultado, en la superficie total se comprime, disminuyendo la cantidad de aire que puede ser intercambiado con cada respiración.

Es bien conocido que las enfermedades pulmonares más comunes están caracterizadas por una actividad antioxidante muy pobre, así como sistemas de producción de glutatión sobrecargados. Tomando esta información como base, un grupo de investigadores franceses hizo un estudio para probar si los niveles de glutatión podrían indicar la predisposición de una persona a enfermedades pulmonares. Probaron individuos buscando la ausencia del gen responsable por la enzima especifica de glutatión. Cerca de un 47% de los individuos franceses carecen de este gen. Probaron que en un 67% de los casos de bronquitis crónica tenían deficiencia de este gen y un 71% de los casos de bronquitis severa. Concluyeron que cualquier factor que baje los niveles de glutatión en el organismo pone en mayor riesgo de enfermedad pulmonar a las personas.

Otros estudios determinaron que pacientes con EPOC son muy sensitivos a bajar sus niveles de glutatión aun después de un ejercicio ligero, demostrando un balance precario de glutatión en estos pacientes y la gran importancia de mantener niveles altos de glutatión.

Un equipo en la Universidad de Odense en Dinamarca condujo un estudio doble ciego del estado general de salud de pacientes con bronquitis crónica media. Dieron un precursor de glutatión durante los periodos de invierno a unos pacientes, y un placebo a otros miembros del grupo. De los 2 grupos los pacientes con mejores niveles de glutatión reportaron una salud general mucho mejor.

En un estudio con 200 pacientes, la Escuela Medica de Hanover en Alemania mostro que el uso de precursores de glutatión lleva a mejoras en los síntomas de enfermedades pulmonares y mejorar la función pulmonar en general. El estudio de 4 semanas incluyo pacientes con bronquitis aguda y crónica, asma bronquial y enfisema pulmonar. Todos los grupos mostraron mejoría en este periodo de tiempo.

Fumar y el glutatión

No hay dudas de que fumar es un factor importante para producir bronquitis crónica, enfisema, EPOC, Cáncer y problemas cardiovasculares. Una de las formas en la que el humo del cigarro daña el cuerpo es aumentando el estrés oxidativo en los pulmones.

Una sola bocanada de humo contiene millones de radicales libres y puede literalmente “quemar” las reservas de antioxidantes en los pulmones. Pero esto no es lo peor. El estrés oxidativo aumenta conforme se genera una inflamación en los pulmones. El daño producido por el cigarro corresponde directamente al nivel de enfermedad pulmonar.

Estudios con precursores de glutatión han demostrado aumentar la habilidad de los pulmones de limpiar las vías respiratorias. Un estudio en el Instituto de Medicina Preventiva e Higiene de Italia expuso a ratas a altos niveles de humo de cigarro. Esto llevo a disminución de peso, daño patológico intenso de las vías respiratorias, inflamación de los bronquios, daño alveolar, enfisema, anormalidades en los glóbulos blancos y lesiones precancerígenas. Las ratas a las cuales se les suministro un precursor de glutatión sufrieron mucho menos daño pulmonar, demostrando la acción protectora del glutatión contra el daño pulmonar y el cáncer.

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