La peroxidación lipídica es la degradación de lípidos (grasas) debido a la acción de los radicales libres. Los radicales libres son un conjunto de átomos muy inestables que eliminan electrones de otros átomos en una reacción en cadena produciendo el estrés oxidativo, que es una reacción oxidativa de nuestras células a los radicales libres que produce un daño que ha sido y sigue siendo de mucho interés para la ciencia médica, ya que es la causa de muchas enfermedades crónico degenerativas.
No podemos evitar estar expuestos a radicales libres, ya que aunque se producen por la reacción de muchos tóxicos, radiación y compuestos químicos, también son naturales a nuestro organismo y productos de desecho. Para controlar esta reacción en cadena son importantes los antioxidantes que ceden este átomo faltante a los radicales libres convirtiéndolos en moléculas de agua. Existen muchos antioxidantes externos como las vitaminas C y E, sin embargo nuestro cuerpo no depende al 100% de ellas para hacer el trabajo de eliminación de radicales libres, pues el mismo cuerpo produce el antioxidante más importante, se le llama glutatión.
El glutatión es conocido como un tripéptido, una pequeña proteína que tiene múltiples funciones importantes en el organismo que van desde mantener una salud inmunológica hasta eliminar tóxicos, carcinógenos (sustancias que producen cáncer) y por supuesto radicales libres.
El estrés oxidativo es uno de los factores más importantes en el desarrollo del cáncer, Parkinson, Alzheimer, diabetes, lupus, y muchas enfermedades pulmonares y cardiacas, pues los radicales libres y la oxidación que producen dañan células en todo nuestro organismo, iniciando una reacción en cadena que se manifiesta más adelante como una enfermedad más grave, el cáncer de mama no es la excepción y múltiples estudios han mostrado una y otra vez el enlace que existe entre niveles bajos de glutatión, peroxidación de lípidos, estrés oxidativo y el desarrollo de cáncer.
Ante la amenaza de un virus, una bacteria o células cancerígenas, así como la peroxidación de lípidos el cuerpo responde aumentando los niveles de glutatión en el organismo para combatir estas amenazas, al elevar los niveles de glutatión el sistema inmunológico responde de manera más efectiva eliminando virus, bacterias e incluso células cancerígenas, y eliminando la amenaza de radicales libres y el estrés oxidativo, manteniendo un estado de homeostasis (equilibrio del cuerpo). Es solo cuando los niveles de glutatión son superados por la amenaza que el organismo se descompensa provocando el desarrollo de enfermedades.
Estudios muestran que el cáncer de mama esta relacionado con un incremento en la peroxidación de lípidos en la sangre con un decremento de la capacidad de defensa antioxidante de los glóbulos rojos, que se vuelve aún más pronunciado conforme la edad del paciente es más avanzada.
Así pues, el tener una adecuada salud antioxidante manteniendo niveles elevados de glutatión es una forma preventiva de reducir el riesgo de desarrollo de cáncer de mama (y otros tipos). El glutatión es sumamente importante para nuestro organismo, pero en la actualidad son muchos los recursos de este importante antioxidante, desintoxicado y regulador del sistema inmunológico que se necesitan. Nuestras necesidades de glutatión son más altas que las que se requerían hace 20 o 50 años, pues existen en nuestra vida cotidiana múltiples factores que bajan los nuestras reservas de glutatión tales como una mala alimentación, radiación solar y de aparatos electrónicos, químicos y pesticidas en nuestros alimentos y bebidas, contaminación, y por supuesto el estrés y hasta la falta de un sueño reparador.
En la actualidad es sumamente importante considerar no solo la suplementación de vitaminas y minerales esenciales en nuestra dieta, sino además proveer a nuestro cuerpo de elementos suficientes para la fabricación de glutatión intracelular. Existen suplementos de glutatión, es importante indicar que no funcionan, existen suplementos que engañosamente dicen elevar los niveles de glutatión en sangre a niveles muy altos, eso tampoco funciona, el glutatión debe ser producido por cada una de nuestras células, al interior de las mismas. De manera que la única forma efectiva de elevar los niveles de glutatión es entregando a las células los aminoácidos esenciales para que produzcan el glutatión.
Uno de estos aminoácidos es la cisteína, que es muy escasa en nuestra alimentación actual. Y que no es aconsejable consumir en altas cantidades pues en su forma simple este aminoácido puede ser toxico. La única forma efectiva y segura de consumirlo en altas dosis es consumiéndolo en una molécula de cistina. La cistina es una molécula formada de 2 moléculas de cisteína enlazadas, las cuales son muy seguras y fáciles de utilizar por nuestro organismo para la producción de glutatión. La única fuente natural de cistina suficientemente abundante como para representar un beneficio importante para nuestro cuerpo es la proteína de suero de leche no desnaturalizada.
Esta es producida mediante un proceso especial que evita que las propiedades importantes del suero de leche se pierdan, cosa que sucede cuando es pasteurizado como sucede en toda clase de lácteos y proteínas de suero de leche comerciales. La proteína de suero de leche bioactiva que mantiene sus propiedades naturales, producida bajo estrictos procedimientos farmacéuticos especialmente diseñada para elevar los niveles de glutatión intracelular sin efectos secundarios de ningún tipo.
Elevar los niveles de glutatión es tan importante en nuestra época como comer y hacer ejercicio, pues nuestros requerimientos de este importante elemento son mucho mayores y conforme avanza nuestra edad, más aún.
Referencias
Lipid peroxidation and antioxidant status in patients with breast cancer.
Antioxidant status and lipid peroxidation in the blood of breast cancer patients of different ages.
DNA oxidation and antioxidant status in breast cancer.
Effect of vitamins C and E on antioxidant status of breast-cancer patients undergoing chemotherapy.
Suhail N, Bilal N, Khan HY, Hasan S, Sharma S, Khan F, Mansoor T, Banu N.
Lipid peroxidation and the protective effect of physical exercise on breast cancer.
Gago-Dominguez M, Jiang X, Esteban Castelao J.